El Masaje Sensitivo Gestáltico, MSG®

Generalmente el MSG® se realiza sobre la camilla de masaje utilizando aceite, con el cliente acostado en decúbito prono, supino y/o lateral.
Sin embargo, es posible recibir MSG® también en la silla «ergonómica» directamente sobre la ropa, sin usar aceite.

El MSG® se realiza en todo el cuerpo precisamente porque está específicamente dirigido a recuperar la sensación de totalidad corporal y de integración cuerpo-mente. La centralidad de este objetivo hace que se preste especial atención a una gran precisión y definición de las habilidades manuales, no como un fin en sí mismo, sino para favorecer en quien recibe el despertar de la conciencia del esquema corporal, su redefinición y un sentido de percepción integrado de sí mismo. Igual finalidad tiene también la lubricación unificadora de todo el cuerpo al inicio del masaje -y no de las partes individuales a medida que se tratan, como es práctica habitual en los masajes- que en el MSG® representa un ritual verdaderamente indispensable, que identifica el inicio del propio masaje y subraya inmediatamente el efecto de unificación e integración corporal que representa su experiencia principal.

La ejecución de un masaje MSG® se puede considerar dividida en cuatro fases (que reflejan las fases Gestalt de precontacto, full contact y postcontacto:

PREPARACIÓN: acomodación del cliente en la camilla, enraizamiento y centrado meditativo del masajista, precontacto, creación de la conexión respiratoria entre el operador y el cliente, preparación del cuerpo para el masaje mediante balanceos y estiramientos.

MASAJE: lubricación del cuerpo completo y “danza de masaje”

INTEGRACIÓN: proceso de enraizamiento total al final del masaje y momento de integración personal de la experiencia por parte del cliente, dejado unos minutos solo y bien tapado sobre la camilla. El silencio y la soledad crean una oportunidad para escuchar la resonancia interna de la experiencia vivida.

DESPERTAR: técnicas de estimulación suave y activación para el regreso a las responsabilidades diarias, luego de un tiempo para que mediante el INTERESPACIO reconozca si la percepción previa de uno mismo y del entorno ha cambiado en algo.
Para llegar a un FEEDBACK VERBAL FINAL, en el que el receptor es invitado por el operador a compartir -en el más absoluto respeto de sus límites y aptitudes para hacerlo- las sensaciones producidas por la experiencia y la conciencia recién adquirida de sus experiencias vividas en la sesión de masaje. Con la ayuda del feedback, el sentir del cuerpo no se agota en sí mismo, sino que favorece el cambio de visión de nosotros mismos.

Por regla general, el MSG® hace uso del silencio durante la sesión, pero, en determinados momentos, incluso las palabras, siempre en un tono de voz adecuado, sugieren al cliente una actitud de participación que puede favorecer el abandono confiado.

El Cliente/Protagonista es tratado por el dador a lo largo de la experiencia con extremo cuidado y escucha, pero sobre todo no como un objeto pasivo de destrezas, sino como el principal artífice de su propio bienestar a través del despertar de la atención y la conciencia: las manipulaciones, incluso las realizadas más profundamente, y los estiramientos trabajan las resistencias, pero sin forzarlas nunca, estimulando, por el contrario, la conciencia corporal, respiratoria y emocional en el receptor y facilitando así -mediante la disolución de los bloqueos psicosomáticos- su abandono y relajación y su posibilidad de ir más allá, permitiéndose mayores espacios de libertad.

Al mismo tiempo, con posturas adecuadas de anatomía consciente, el dador de MSG® aprende a cuidarse en cada momento del masaje, previniendo las patologías típicas de los masajistas, reequilibrando su propia energía y evitando el cansancio y el vaciamiento a favor del cliente. Por parte del operador, el MSG® se experimenta ante todo como una danza armoniosa que, partiendo de los pies, envuelve todo el cuerpo y, como una ola, llega a las manos y se transmite a quien recibe el masaje, activando una cualidad de contacto muy profunda.

La aceptación -sin juicio y en actitud de testigo amoroso- del estado físico y emocional del cliente es para el dador la clave para «abrir el corazón» a una ola de energía vital y conexión empática, que permite el acto comunicativo. El receptor se siente plenamente acogido e involucrado en una experiencia de comunicación global, percibiendo el cuidado y la calidad de la presencia del dador, sin sentirse manipulado mecánicamente. El nuevo despertar de la conciencia corporal puede traer consigo una escucha interior más profunda y una visión más amplia de uno mismo.

Al recibir, abundan sentimientos de paz, calma y serenidad, amor propio y una percepción amplificada e inocente del placer y la sensualidad, que retrotrae a experiencias de la infancia, como implicación global de todo el cuerpo.

El Masaje Sensitivo Gestáltico, MSG® pretende aumentar la conciencia corporal y el sentido de integración psicofísica, utilizando las refinadas técnicas de masaje desarrolladas por su creadora Margaret Elke, formada en los años sesenta dentro del Movimiento de Potencial Humano de Esalen (California),

M de MASAJE: en referencia a la gran variedad de estiramientos, movilizaciones, balanceos, vibraciones, amasamientos, destinados a estimular el sistema neurosensorial y suscitar sensaciones de dinamización, unificación y enraizamiento en el receptor.

S de SENSITIVO: la sensibilidad de la piel se reconoce como la gran puerta de entrada al despertar de la conciencia corporal. Las sensaciones abren la puerta a emociones y recuerdos inscritos en el cuerpo y en ocasiones permiten acceder a una visión más amplia que la estrecha imagen mental que tenemos de nosotros mismos.

G de GESTALT: en referencia al proceso experiencial «de estar en el aquí y ahora» en cuanto a la percepción del cuerpo; y al contacto consigo mismo y con el mundo a través del cuerpo, compartiendo así la visión cardinal del enfoque psicoterapéutico de la Gestalt. Desde este punto de vista, se utilizan técnicas respiratorias, de imaginación corporal, un uso adecuado del “feedback” verbal y, en un nivel más específicamente corporal, frecuentes manualidades unificadoras que reconducen cada parte al todo más amplio al que pertenece y que devuelven una sensación de totalidad al cuerpo, percibido como un todo integrado. La extrema precisión en la definición de las manualidades que perfilan las diversas partes del cuerpo favorece que quien recibe tenga la conciencia de su propio esquema corporal (Gestalt = Forma).
El Cliente/Protagonista es tratado por el operador con extremo cuidado y escucha, pero sobre todo no como un objeto pasivo sino como el principal artífice de su propio bienestar a través del despertar de la atención y la conciencia.
Las manualidades realizadas más en profundidad y los estiramientos trabajan las resistencias, pero sin forzarlas nunca, estimulando, por el contrario, la conciencia corporal, respiratoria y emocional en el receptor, facilitando así – a través de la disolución de las tensiones y bloqueos psicosomáticos – el abandono, la relajación y la posibilidad de ir más allá, permitiéndose mayores espacios de libertad.

El dador experimenta el MSG® ante todo como una danza armoniosa que, partiendo de los pies, envuelve todo el cuerpo y, como una ola, llega a las manos y se transmite a quien recibe el masaje, activando una cualidad de contacto muy profunda.

En resumen, el MSG® nos ayuda a percibir más profundamente la integridad del cuerpo y su forma (Gestalt) a través de un toque presente y preciso, que delinea los límites del cuerpo integrando cada parte individual al todo más amplio al que pertenece y despertando así la sensibilidad de las zonas “dormidas”. En este sentido, es una práctica de “Rebonding” – reunificación – que hace emerger energías y recursos saludables y sobre todo honra al CUERPO en su armoniosa complejidad y misterio.

La destreza precisa y envolvente del Masaje Sensitivo Gestáltico – MSG® sigue siendo la columna vertebral de las técnicas corporales holísticas utilizadas por la filosomática en su Rincón de Juegos para despertar un sentido de integración psicofísica. A través de la ola unificadora de un toque sobre la piel de particular calidad -las manos se vuelven agua- se restituyen la forma y los límites al cuerpo, recontactando la posibilidad de habitarlo plenamente a partir de una vitalidad y sensibilidad corporal redescubierta y de la recuperación del placer global e inocente de ser tocado con total presencia, cuidado y respeto sagrado.

Masaje Sensitivo Gestáltico MSG®

La danza de la vida expresada a través de tus manos.
La sensibilidad a flor de piel.
Más allá de la piel a través de la piel.
El juego encuentra la seriedad.
La precisión al servicio de la sensibilidad.
El placer encuentra su dignidad.
Acaríciate a ti mismo cuidando y acariciando al otro